Cansada de que me pongan nubes en mis días más soleados, cansada de que sepa disculparme y mis palabras se esfumen como si nunca hubieran salido de mi boca.
De hacer esfuerzos inútiles y toparme con la misma piedra una y otra vez, y harta de ver mi autoestima por los suelos y a veces bajo tierra.
Y sobre todo porque no, no tengo por qué sentirme así, por eso me jode, porque me hacen mierda mis días más felices sin ningún motivo y me toca aguantarlo todo, siempre. No me explico como aún no he reventado, y lo que no quiero, ni mucho menos, es que al reventar manche las preciosas camisas blancas, recién lavadas de la gente que me quiere, si es que queda alguna.
Pero así me va, de momento.
Y a ver si el hijoputismo me da una tregua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario