Maldición..

Seguro que tú también has tenido miedo, de lo que sea. Hace años, seguro temías a la oscuridad, a los monstruos en el armario o debajo de tu cama, a Drácula y a los murciélagos, a la tormenta y a los truenos, a los cementerios y a las brujas, a los gatos negros, a los fantasmas y a los esqueletos de halloween.

Pasado el tiempo, a las alturas, a los pantanos, a la velocidad. No simplemente a algo que peligre tu vida. Yo voy más allá...¿nunca has tenido miedo de perder lo que más quieres? Sí, te estoy hablando de esa sensación de impotencia, de querer agarrarlo fuerte y que no se pierda jamás, que se quede a tu lado para siempre.

O esa sensación de ver marchar lo que tanto te costó conseguir...y al mismo tiempo ver como todo lo tuyo se va cayendo, las sonrisas, el estado de ánimo, todo tu amor...te quedas vacía.

Vacía. Pero hay algo que nunca se pierde; las lágrimas. Porque cuando estás vacía, lo único que te queda es llorar. Y desgraciadamente las lágrimas no se agotan nunca.

Sientes disfrutarlo todo al máximo, y en ese momento sientes miedo. Miedo de no volver a sentir esa sensación tan feliz, no exactamente así. 

Y eso duele, mucho.

Te quita el sueño por las noches y el pensamiento por el día.

Maldición.