domingo, 24 de julio de 2011

Nada de tonterías, ya no me engaño.

Nada, que no, que ya no. Que ya no me engaño más. Que ya me he dado cuenta de que el estado de ánimo es lo que me define, como persona y como todo, que tan estúpido puede parecer como eficaz. Porque si estás feliz el mundo, tu vida, para ti, todo da un vuelco, todo vuelve a nacer y parece tan delicado que fuera a romperse en cualquier instante. Que ni tormentas ni tonterías, la primavera llena cada rinconcito de tu vida.
Y que si después de la tormenta llega la calma, tú la rompes solo con una sonrisa. 
Pero si estás feliz y alguien toca alguna de esas cosas taaaan delicadas, jodidamente delicadas pero a la vez preciosas, si alguien pone un sólo dedo en ellas, todo vuelve a girar, y girar.
Todo se mustia, y lo precioso se vuelve horrible.
Pero tampoco nada de cielos grises, muchos momentos felices estuvieron  bajo cielos grises, e incluso lluviosos. Porque, todo es un poco contradictorio. ¿Quién no ha soñado con un beso bajo la lluvia de la mano de tu chico perfecto?
Y porque no, los días soleados también se sumaron a mis peores días. En los que la gente sonreía, y no nos engañemos, puede que yo también pero dentro de mi no quedaba ni un duro de felicidad.
Para qué engañarme, porque ahora estoy más feliz que nunca, tengo amigos estupendos, pocos, pero estupendos. Tengo lo que siempre quise tener al alcance de mi mano, mucho más cerca de lo que cualquier persona pueda imaginar. Tengo al amor en casa, hace tiempo tocó a la puerta, y las ventanas bien cerradas. Además no lo voy a dejar escapar.
Y tecleo más rápido que nunca. El estado de ánimo otra vez. Y sí, es verano y tampoco te voy a engañar, tengo muchas ganas de aventura, es como si en cada mes me esperara algo diferente, y estoy ansiosa de que llegue, tengo la sensación de que son experiencias geniales. Y aunque mis experiencias suelan ser errores no quiero joderme el momento. 
Puedo resultar un poco contradictoria, tampoco te lo voy a negar, pero así lo siento y así lo escribo.
Y ya que nos lanzamos, por qué no, oye. Por qué no puede ser este diciembre mejor que el anterior, y sin ir tan lejos, por qué no puede ser este mes, este verano el mejor de mi vida. 
Y por qué no te quedas esta noche aquí, conmigo...a mi vera. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario