Parece que ya nada pudiera pararme, como si bailara y fuese feliz con una venda en los ojos, una venda que no huele a mentira, frialdad. Sino a felicidad, a sueños, huele a esperanza.
Es como si la primavera empezara a llegar en mi interior, pasando por todas las partes de mi cuerpo. Te miro y en ese mismo instante las mariposas se posan en mi estómago. Una tropa de mil hormigas que hacen cosquillitas empiezan a trepar por mi garganta...desde los pies hasta mi cabeza subió la temperatura, suave y de repente como ocurre en el mes de abril.
En algún momento pareció que llegaría la lluvia de mayo, incluso llegaron a caer algunas gotas por mis ojos, pero tú sonreíste e iluminaste mi jardín, quitaste las nubes y dejaste paso al sol. Y justo antes de que empezara a llover me diste la mano, y con solo tocarme mi cabeza volviste loca, porque parecía como si las abejas empezaran a zumbar y zumbar sin descanso...eso sí, creando una miel más dulce que el caramelo.
Si me das un abrazo, todo florece en mi interior. Deberás esperar y regarme con mucho amor para obtener sus frutos, soy toda primavera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario