domingo, 18 de septiembre de 2011

El mejor verano de mi corta vida

O eso, o que te he tenido 2 meses a mi lado, o quizas por las cosas bonitas que me ocurren, por lo precioso
que ven mis ojos todo aquello en lo que fijan la mirada, en lo demasiado calido que fue el verano, y las noches en vela. En lo magico que se convirtio mi terraza y lo que iluminaba la luna el 21 de julio.
Los madrugones, las escapadas, la bienvenida adolescencia, mi pelo despeinado y mis paletas rectas, mis mechas rojas, las rajas de mis pantalones.
Todo lo bueno, y lo mejor. No pise mucho el mar, pero aqui puedo sentir su olor, igual que lo siento siempre que no esta, que lo desespero y que lo echo de menos. Las canciones que me suenan a nostalgia y lo emocionante que era ir en bicicleta cuesta abajo sin frenos, sin ningun control con los pelos al viento. Las inolvidables tardes en el centro, los menus compartidos, las caricias, los innumerables besos y los incontables te quieros de tu boca. Quizas lo bonito era tumbarse a contar estrellas, y darnos la mano debajo de la manta, querernos a escondidas y poner corazoncitos por el chat.
Pero no nos vamos a engañar, la verdadera felicidad aparecio a partir del 6 de junio. Si, esa noche en tu tejado viendo en la constelacion del carro una cacerola y los abrazos debajo de la manta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario